4. Producción y Distribución de la Escritura: Produce escritura clara y congruente en la que el desarrollo, la organización y el estilo sean los apropiados para la tarea, el objetivo y el público.

Así que ahora que sabemos cómo escribir un argumento, un texto explicativo y una narrativa, debemos saber cuál es el apropiado y cuándo. La mayoría de las personas saben, por ejemplo, que no debes escribir a un futuro empleador de la misma manera que le escribirías a un amigo:

Querido Señor Demetrabajo:

Creo que sería la persona ideal para el puesto de ventas porque acabo de comprar un brillo para los labios color frambuesa que quedaría perfecto con el uniforme. Compré el brillo de frambuesa porque el de cereza me recordaba al señor que yo creía que era un tonto, pero que resultó ser el papá de mi amiga Kelly, que trabajaba en la fábrica de Kool-Aid. Lo bueno es que compré el de frambuesa, porque el de cereza quedaría fatal con los uniformes, tan bonitos, y la verdad es que me quiero ver bien en el trabajo, porque nunca se sabe cuándo va a pasar un chico guapo y te mire.

Por lo tanto, por favor, ¡contráteme!

Besos,
Jennifer Sintrabajo

Entonces, además de no tratar a nuestro futuro jefe como nuestro mejor amigo, ¿cómo podemos diferenciar qué tipo de escritura es adecuada para cada momento? Hay tres indicadores que pueden ayudarnos a determinar qué tipo de escritura debemos emplear.

1. La tarea es el tipo específico de escritura que estarás realizando. ¿Vas a escribir un ensayo? ¿Un cuento? ¿Una carta? ¿Un poema? Casi lo único que la señorita Sintrabajo hizo bien en su carta fue estructurarla como carta, ya que su tarea era escribir una carta.

2. El objetivo es lo que estás tratando de lograr con tu escrito. ¿Quieres convencer a tu público de algo? ¿Explicar algo? o ¿Contar una historia? El objetivo de Jennifer es convencer al Señor Demetrabajo de que es la candidata perfecta para el puesto de ventas.

3. El público es quién va a leer lo que escribas. Puedes estarle escribiendo al profesor, a unos niños, al presidente, a tu futuro jefeo a tus amigos. El mayor error de la carta de Jennifer S. fue escribir para el público equivocado.

Así pues, estos son los indicadores que te dicen qué tipo de escritura emplear. ¿Pero en qué consiste exactamente la escritura correcta? Existen tres elementos de la escritura en los que debes centrarte para garantizar que se ajusten a la tarea, el objetivo y el público:

1. El desarrollo de tu escritura es lo que escribes antes de ponerlo en papel (o, seamos honestos, en la computadora). Aunque nunca hayas completado un borrador, un gráfico de ideas o una sesión de intercambio de ideas, ya has elaborado tus ideas acerca de lo que vas a escribir antes de haber comenzado. En los ensayos, ya has investigado citas que podrían sustentar tu argumento. En los cuentos, ya has pensado qué pasará, cuándo y a quién. En los poemas, ya has encontrado las palabras que riman con naranja antes de comenzar tu oda a los cítricos. En cada tipo de escritura, realizas un tipo de desarrollo distinto.

2. La organización de tu escritura consiste en cómo la estructuras. Todos recordamos ese dibujito que aparecía cuando comenzabas a escribir una carta empleando ciertos procesadores de palabras. "Parece que quieres escribir una carta," nos decía, después de tocar la pantalla. "¿Te puedo ayudar?" Pues bien, ¿cómo crees que ese dibujito sabía que estabas escribiendo una carta? Porque la organizaste como carta. Comenzaste con un saludo y luego empezaste a escribir el cuerpo de la carta.

Una carta no se parece a un ensayo, y ninguno de los dos se parece a un poema, y ninguno de estos se parece necesariamente a un cuento, así que cada tipo de escritura tiene su propia organización.

3. El estilo de tu escritura es, por falta de un mejor término, cómo "suena" lo que escribes. Jennifer Sintrabajo tiene un estilo informal, coloquial. En otras palabras, suena como si estuviera hablando con un amigo, no escribiendo a una empresa. Las palabras, la gramática y las frases que eliges afectan tu estilo.